¿ Qué cocinero no disfruta ir de compras, para escoger los mejroes ingredientes de la mejor calidad?.
Yo no soy la exepción. Muy temprano me levante para ir a comprar todos los ingedientes, en el súper me asegure que no me faltara nada y regrese a casa. Elabore la masa , la meti al refrigerador y mientras se refrigeraba subi a arreglarme, pues tenía una comida y no quería ir mal arreglada.
Una ves lista para irme a la comida, baje para extender la masa, cortarla y hornear las deliciosas galletas de mermelada. Metí la primera charola, a los 15 minutos las saque y me di cuenta que las galletas estaban en su punto; meti la segunda charola y a los 15 minutos regrese para sacarla... pero antes de que yo abriera la puerta del horno , ésta me dio una sorpresa se abrio sola y una enoprme flama salio dirigiendose a mi cara. En ese momento lo único que se me ocurrio fue gritar ¡Mamá el horno me exploto en la cara!.
Mi mamá y mi abuela bajarón a ver que me había pasado, antes de reirse de mi trataron de ayudarme. Pasados unos 10 minutos, comenzarón a reirse a carcajadas de mi, parecía un asterico literalmente. Tenía el pelo totalmente erizado, las cejas igual y las pesatñas pegadas por el rimel. Si me hubieran tomado una foto , probavlemente saldría así:
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